Buenos días, Tamarindo buenos días Hoy les quiero yo decir
Como había aprendido a sumar, Dividir a leer y escribir Con palitos y piedritas Hacía mis cuentitas Pero con los proyectos Cuento cuantas matas Puedo yo sembrar. Así aprendo matemáticas A sumar y multiplicar.
Cuentos muy apartes de la realidad Había visto hasta aquí Pero con los proyectos hemos aprendido A descubrir otra forma De podernos educar.
Embelleciendo mi escuela Aprendo oralidad, le hago Coplas y poemas, otra forma de expresar.
En cuanto a ríos y quebradas Clima y economía, sin quererlo Aprendo geografía, y así cada día Cuidando y sembrando, aprendo y Voy integrando todo lo demás.
Los Proyectos son una nueva forma de enseñar Trabajando y produciendo Integrando y aprendiendo Adquiero más conocimiento Sin la necesidad de pegarme a un cuaderno Leyendo y transcribiendo Por eso yo te digo Los proyectos pedagógicos Es lo mejor que nos pudo pasar.
Por ahora Tamarindo me despido Y te ruego que si no es mucho pedir Me consientas las maticas El aljibe y todos los animales que hay allí.
Árbol de Sangre riega la mañana por donde gime la recién parida. Su voz deja cristales en la herida y un gráfico de hueso en la ventana. Mientras la luz que viene fija y gana blancas metas de fábula que olvida el tumulto de venas en la huida hacia el turbio frescor de la manzana, Adam sueña en la fiebre de la arcilla un niño que se acerca galopando por el doble latir de su mejilla. Pero otro Adán oscuro está soñando neutra luna de piedra sin semilla donde el niño de luz se irá quemando.
1 de diciembre de 1929 Federico García Lorca
notitamarindo
también hicimos un noticiero a través del cual mostramos todos los resultados de las investigaciones que realizamos durante la práctica y todas las creaciones que hicimos con los niños,realmente el tiempo fue corto por que se pudo haber realizado muchas actividades.
Mi Socialización
los niños de tamarindo tambien hacen coplas
LA ROSA AZUL
¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesíaY las rosas de olor, que pongo como ella las ponía, exaltan su color;y los bellos cojínes, que pongo como ella los ponía, florecen sus jardines;Y si pongo mi mano -como ella la ponía- en el negro piano,surge como en un piano muy lejano, mas honda la diaria melodía. ¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!me inclino a los cristales del balcón, con un gesto de ellay parece que el pobre corazón no está solo. Miro al jardín de la tarde, como ella,y el suspiro y la estrella se funden en romántica armonía.¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!Dolorido y con flores, voy, como un héroe de poesía mía. Por los desiertos corredores que despertaba ella con su blanco paso,y mis pies son de raso -¡oh! Ausencia hueca y fría!-y mis pisadas dejan resplandores.
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